En una declaración pública, Raful aseguró que defender su nombre "no es solo un acto de dignidad personal, sino también un deber público".
"Esto no se arregla con un ´disculpa si te he ofendido´. Lo que se siente al ser objeto de un ataque asà no se borra con un clic", expresó con firmeza la funcionaria, al denunciar el uso de herramientas tecnológicas para fabricar contenido difamatorio.
Raful, visiblemente afectada pero firme, habló como funcionaria, pero también como madre, hija y ciudadana. "Hoy cualquiera de nuestros hijos puede ser vÃctima de extorsión con contenido manipulado digitalmente. Esto no es un juego. Es una amenaza real que debemos enfrentar como sociedad", advirtió.
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