Por Leandro Ortíz de la Rosa
Abogado y Periodista
Con Omar Fernández, jamás debería de ser personal, sería un grosero error. En política, con Omar hay algo más, observarle, si sus ideas impactan y devuelvan esperanza y, no el proyecto de resolución que fue interpretado como un desatino del joven senador. En Omar Fernández en verdad hay que reconocer que tiene simpatía popular. En lo personal, Omar no me caes mal, todo lo contrario veo mucha sencillez, es Poppys jamás Wawawa, pero se agrega a ello que es joven, educado, prudente en el discurso y, sobre todo, conecta con una franja ciudadana cansada de la vieja retórica del pleito y el descredito. Ello le haces más digerible aún...
De Omar sólo hay que observarle como piensa, actúa y conceptualiza en temas profundo cuando lo hacés él como tal y, es ahí donde vienen sus desatinos como se observó en el proyecto absurdo de resolución que ha tenido que callar y evadir el tema. En Omar Fernández hay una fiebre, la misma fiebre que tuvo en un tiempo su padre, y algunos artistas como Fernando Villalba, Yony Ventura, Pepe Rosario, Omega entre otros y que ya le pasaron sus tiempos porque se frieron con su propio aceite. Quien intente convertir a Omar en blanco de ataques directos o descalificaciones terminará fortaleciéndose.
Nos encontramos en la era digital, las percepciones pasan de ahora para ahorita y es con su propios argumentos que vamos a saber hasta dónde es capaz de llegar y seguir conectando el joven senador, determinar si pudiera ser un estadista y si les preocupan los grandes males del país corrupción: delincuencia, insalubridad, educación, política exterior, destrucción del aparato productivo nacional, migración, justicia y qué responsabilidad tiene su padre el expresidente.
Hay cuestiones y temas que Omar Fernández aprendió rápido, no confronta, evita la polémica y, responde con elegancia y serenidad. En política es un punto a su favor y lo hace más peligroso políticamente para sus contrincantes. Evitar los ataques hacia Omar es de prudente para no convertirlo en víctima, porque de no actuar así, lo haría crecer más en simpatía.
Sectores sensato de la sociedad demandan que hay que debatir ideas, no irse a lo personal sin enfrentarlo con odio y hacerlo con respeto como ha hecho él. Incurrir en un debate con ataques personales desde ahora se los digo, es avocarse a una derrota mayor, vaticino… ya el pleito está perdido.
Hechos de la isla RD Análisis de opinión #LOR#

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